El presidente francés, Emmanuel Macron, anunció este miércoles un toque de queda en París y otras ocho áreas metropolitanas en estado de máxima alerta por la pandemia ante el agravamiento de la situación hospitalaria en amplias zonas del país.
Durante un periodo mínimo de cuatro semanas que puede llegar a seis si se cumplen los deseos del Gobierno, en París, con la mitad de incidencia que Madrid, habrá toque de queda desde las 21.00 horas hasta las 06.00 horas.
Y ahora, ¿piensa Pablo Casado que Macron es un dictador como le dijo a Sánchez al afirmar que busca una "dictadura constitucional" al aprobar el estado de alarma?, ¿cree Díaz Ayuso que el presidente de la República Francesa quiere arruinar a la capital de su país como aseguró del presidente español cuando rechazó el paso de Madrid a la fase 1 de la desescalada?, ¿entiende el PP que Macron usa la pandemia en París con fines políticos?. Todas ellas son preguntas que ha lanzado Rodrigo Blázquez a los dirigentes populares en este vídeo.
Y es que según el Ministerio de Sanidad, hoy han fallecido en España 140 personas por la COVID-19, mientras que en Francia lo han hecho 87. En cuanto al número de contagios, Sanidad registra 13.318 nuevos casos, que suponen la segunda mayor cifra desde el fin del estado de alarma.
El objetivo de la medida es frenar el crecimiento de los contagios en Francia a fin de que el actual ritmo pase de los aproximadamente 20.000 diarios al nivel de 3.000-5.000, añadió. Macron aseguró que un reconfinamiento general de la población, como el vivido la pasada primavera, "sería desproporcionado", por lo que el toque de queda "es una medida pertinente".
La situación en la región de París (Isla de Francia) sitúa el índice de casos positivos es de 320,9 por cada 100.000 habitantes y los pacientes de COVID-19 ocupan ya el 45% de todas las camas de cuidados intensivos en los hospitales.
Deniegan el 17% de las reclamaciones
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El contexto La detención del presunto responsable del asesinato del CEO de UnitedHealthCare ha puesto en evidencia las prácticas de las aseguradoras, en un contexto donde miles de estadounidenses enfrentan denegaciones de tratamientos y 'facturas sorpresa'.