Varios países europeos han decidido enviar armas a Ucrania para que el país se defienda de la invasión rusa. Países Bajos, por ejemplo, ha elegido unos misiles pensados para derribar aviones o helicópteros en vuelo. También Alemania, República Checa o Portugal van a enviar armamento, pero España no lo va a hacer.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha remarcado que nuestro país solo va a enviar material defensivo, como chalecos antibalas o cascos, aunque sí enviará armamento a través de la Unión Europea. Por esa vía, el Ejecutivo sí ha dado el visto bueno para que Bruselas gaste 450 millones de euros en suministrar armamento defensivo a Ucrania.

Dicho de otra forma, nuestro país no enviará a Ucrania armamento pagado directamente por España, pero sí indirectamente, a través de la Unión Europea, y con la bandera comunitaria en vez de la española. Cabe preguntarse por qué España rechaza enviar armas a Ucrania como país, aparentemente para no mancharse las manos, pero sí autoriza que Bruselas las envíe. Quizá la única explicación está en las pegas que han puesto en las últimas horas algunos sectores de Unidas Podemos.

En general, esta duda sobre enviar o no armas existe a la izquierda del PSOE. El diputado de Compromís, Joan Baldoví, lo ha verbalizado en el Congreso, donde ha reconocido tener "muchísimas dudas": "Por una parte está claro que las armas lo único que producen es dolor, sufrimiento y muerte, pero por otra, empatizo, me pongo en el lugar de un padre, de un abuelo, que ha tenido que mandar a sus hijos pequeños fuera (...) y entiendo que las declaraciones les valen poco para este conflicto real", ha afirmado.