El ejército ruso ya ha tomado Chernóbil, la zona donde en 1986 explotó un reactor y empezó el peor accidente nuclear de la historia. 36 años después de la catástrofe, la zona sigue desierta y radioactiva. Entonces, ¿por qué le interesa a Vladímir Putin un terreno inhóspito, donde no hay nada ni nadie?

Si nos fijamos en el mapa, Chernóbil y su zona de exclusión son casi lo único que se interpone entre Bielorrusia, país aliado de Putin, y Kiev. Y es que la capital ucraniana está a tan solo 70 kilómetros. Así, Rusia la ha invadido porque le da un acceso directo y rápido a la capital.

Además, ha sido un objetivo fácil para ellos, puesto que Moscú gestionó hasta 1991 toda la zona. Por eso, Moscú tenía información precisa de mapas, carreteras o zonas prohibidas por la alta radiación.

Asimismo, hace días un satélite norteamericano captaba la imagen de un puente construido por los rusos en tiempo récord sobre el río Prípiat, cerca de la frontera. Un puente que ha facilitado ya totalmente la entrada de su ejército a Chernóbil.