Contra todo pronóstico,la economía española creció en 2022 un 5,5%. España creció más, por ejemplo, que Estados Unidos o que Alemania o Francia. Sin embargo, lo más sorprendente es que nadie pensó que esto fuera a ocurrir: todos los organismos desconfiaron de la capacidad de crecimiento de nuestro país.
En verano, el FMI auguraba un crecimiento del 4%; el Banco de España y el BBVA, un 4,1%; y Funcas y la Airef, un 4,2%. Ni siquiera el Gobierno acertó, ya que el Ejecutivo preveía en verano que el crecimiento sería de un 4,3%. Ninguna previsión se acercaba a ese 5,5%.
Aunque el más catastrofista fue el líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo, quien ha advertido en varias ocasiones de que estábamos camino de una "profundísima crisis económica". Un mensaje en el que ha insistido en los últimos meses, tal y como puedes recordar en el vídeo sobre estas líneas.
El presidente del PP aseguró en verano que España era "uno de los países que está inmerso todavía en una profunda crisis económica que, lejos de alejarse, se confirma mes a mes, se profundiza trimestre a trimestre y se consolida lamentablemente cada semestre". Avisó también del "riesgo de entrar en una desaceleración económica que nos puede llevar incluso a una recesión" y sentenció que "nuestra economía se para y viene claramente la recesión".
Más Noticias
- Todos los ataques de la oposición contra Pedro Sánchez: de llamarle psicópata al 'me gusta la fruta'
- El Comité Federal del PSOE previsto para este sábado sigue adelante con la ausencia de Sánchez
- Los cinco titulares de la carta de Sánchez: desde sufrir por amor hasta acusar a la "fachoesfera"
- La historia detrás del coma de Antonio Salazar, el dictador portugués al que hicieron creer que gobernaba
- Los secretos del 'National Enquirer' al descubierto: chantajes y morbo para crear prensa sensacionalista
Feijóo pronosticaba un escenario que, por el momento, no se cumple: España crece en contra de todas las previsiones. Pero, ojo, este último trimestre solo lo ha hecho un 0,2%. El gasto en las familias ha frenado y por tanto el comercio se ha visto perjudicado y, además, no debemos olvidar que hay una guerra al este de Europa y nadie sabe cuánto nos va a golpear.