Desde la controversia desatada por la última fotografía pública de Kate Middleton el 25 de diciembre, la duquesa se ha sumergido en un enigma. Han transcurrido 78 días desde su última aparición pública, dejando al mundo preguntándose por su paradero y el motivo detrás de su ausencia prolongada. Casos anteriores de personalidades de estado desaparecidas resurgen en la memoria colectiva, avivando el misterio.

El fenómeno no es nuevo ni exclusivo de un país. La historia nos dice que las razones detrás de estas ausencias suelen ser por vacaciones, salud, o ambas. Un ejemplo destacado es Mohamed VI, el rey de Marruecos, quien en 2022 estuvo ausente por más de 200 días. A pesar de las crisis en su país, se le vio en París, lejos de sus obligaciones, suscitando críticas y preocupaciones.

Por otro lado, el presidente de Malawi, Peter Mutharika, se ha convertido en especialista en desapariciones vacacionales, con su propia colección de hashtags y memes. Su tendencia a desvanecerse después de eventos internacionales ha dejado a los ciudadanos esperando su regreso, que suele tardar meses.

La desaparición de Hugo Chávez antes de su muerte es uno de los casos más emblemáticos. Tras su última aparición pública en diciembre de 2012, se sumió en un velo de secreto hasta su fallecimiento tres meses después, durante los cuales se generó una intensa especulación sobre su estado de salud real.

Finalmente, la desaparición de figuras como Vladimir Putin y Kim Jong-Un ha generado rumores y especulaciones sobre su salud y paradero. A diferencia de otros, siempre reaparecen, manteniendo el misterio sobre sus ausencias. En contraste, al menos dos ministros chinos desaparecieron sin dejar rastro, sus destituciones fueron anunciadas sin más explicaciones.