"Claro que me duele". Así de contundente se confesaba el expresident de la Generalitat de Catalunya Jordi Pujol al ser preguntado, en la primera entrevista tras años de silencio, por los calificativos de corrupto que recibe. Se muestra dolido porque lo cuestionan a pesar de que ha reconocido ser un defraudador fiscal, ha sido cazado en sus mentiras en numerosas ocasiones y el juez lo considera, a falta de sentencia, el líder de una "organización criminal".

Así, en la entrevista Pujol asegura que pondría la mano en el fuego por "la mayoría" de sus hijos y que "en general" no han prevaricado. Están acusados de cohecho tráfico de influencias, delito fiscal, blanqueo, prevaricación, malversación y falsedad. Puedes ver el repaso de Joaquín Castellón en el vídeo principal de esta información.