Imagínate que tu padre se muere, lees el testamento y descubres que ha dejado más herencia a unos hijos que a otros. O cambia de papel: imagina que tú como padre dejaras más a unos descendientes que a otros. Pues eso es exactamente lo que ha hecho Silvio Berlusconi.
Uno de los hombres más ricos de Italia ha repartido su herencia de forma desigual entre sus cinco hijos. El testamento son tres cuartillas escritas de su puño y letra, dos escritas en octubre de 2006 y otra en enero de 2022. En apenas 30 líneas, el político y magnate reparte una herencia de más de 6.000 millones de euros.
Unos hijos se llevan más que otros. Los que más se llevan son los de su primer matrimonio, los hijos mayores. Pongamos contexto: Silvio Berlusconi se casó en dos ocasiones, del primer matrimonio tuvo dos hijos, Mariana y Pier Silvio; del otro, tres, Barbara, Luigi y Eleonora.
La parte legítima la ha repartido a partes iguales. Pero la parte de libre disposición, no: lo ha hecho solo entre los hijos del primer matrimonio. Así que si se vendieran todas las casas, todas las obras de arte, si a eso se le juntara todo el dinero que tiene Berlusconi y tocara desprenderse de las empresas, cada uno de los dos primogénitos se llevaría cerca de un 30%, mientras que cada uno de los tres pequeños se llevarían un 15%.
Esos porcentajes se pueden traducir a otras cifras para apreciar las diferencias, especialmente con la joya del mundo Berlusconi: Fininvest. Es la empresa desde la que la familia Berlusconi controla sus compañías. Tomando cotizaciones en bolsa, se le puede calcular un valor de 2.840 millones y, de venderse, cada uno de los hijos del primer matrimonio recibiría 754 millones y cada uno de los pequeños 443 millones.
Este favoritismo se basa en mantener la empresa. Asegurarse de que la empresa y el grupo Berlusconi continuará. Son los dos hijos mayores los que están en la dirección de la empresa, los que la gestionan.
La herencia se divide también en otras personas. A Marta Fascina, la novia que tuvo hasta que murió y con la que llevaba (que se sepa) desde 2020, le deja 100 millones de euros. La misma cantidad que le deja a su hermano pequeño, Paolo Berlusconi.
También ha dejado millones a un amigo clave para entender el éxito de Berlusconi en la política y en los negocios: 30 millones para Marcello Dell'Utri. Se conocieron estudiando Derecho y desde entonces siempre estuvo a su lado, en sus empresas y en la política. De hecho, Dell'Utri estuvo en la cárcel por su relación con Berlusconi. La justicia italiana le condenó a siete años de cárcel por haber sido el intermediario entre la mafia y él. Desde que salió de la cárcel, Berlusconi le pagaba 30.000 euros al mes.
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