El 24 de junio de 1972, Franco golpeaba, y con fuerza, a Comisiones Obreras. Eran las 12:30 horas cuando policías y guardias civiles entraron en un convento de Pozuelo de Alarcón, a las afueras de Madrid. Metralleta en mano, registraron todo el edificio, detuvieron a todos los que vieron y los identificaron. Y encontraron lo que iban buscando: el grueso de la dirección de Comisiones Obreras en España. Su principal figura, Marcelino Camacho, y otros nueve hombres más. Todos fueron detenidos y trasladados a prisión. ¿Por qué los detuvieron? Eran sindicalistas, peleaban por los derechos de los trabajadores, pero no eran terroristas subversivos.

Lo cuenta el periodista José María Rivero en laSexta Clave: el franquismo estaba asustado. Crecía la contestación al régimen fuera y dentro del país. También aumentaba la protesta dentro de las fábricas y de los centros de trabajo, que se iban expandiendo. Salían de allí y acababan en la calle. Para el régimen, en esas fechas, defender al trabajador era atacar a la dictadura. Por ello se detuvo a estos hombres, por ser los que encabezaban una de las principales organizaciones sindicales de aquel tiempo, una de las principales que le plantaba cara. Pero ¿por qué se les detuvo en un convento? ¿Fue casualidad o se refugiaron allí? Fue el llamado 'blindaje de la sotana'.

A finales del franquismo, la dictadura también empezó a ser cuestionada y contestada por parte de la Iglesia. De hecho, la Iglesia apoyaba y protegía a los que buscaban una mayor libertad y unos mayores derechos. Al menos, una parte de la Iglesia. Y ofrecieron sus publicaciones y sus centros para las reuniones, como sucedió en este fatídico caso. Esa parte de la Iglesia estaba tan implicada que algunos estaban en la lucha sindical: entre los detenidos, por ejemplo, había un sacerdote. A los detenidos se les robó su vida durante unos años y golpeó a sus familias. Pero para el movimiento obrero, no tuvo tanto efecto. Comisiones siguió bregando por los trabajadores y la democracia en los centros de trabajo.

Sí es cierto que no tenía una estructura tan piramidal donde todo se rompe si se detiene a la cúpula. Además, creció y aumentó en su capacidad de movilizar porque había que defender a sus dirigentes. También es cierto que este caso se conoció en el resto del mundo. Se crearon redes de apoyo, hubo protestas y hasta parece que se contactó con el actor Marlon Brando para que apoyara, para que tuviera algún gesto por ellos. Pero finalmente, eso no se dio públicamente. Mientras tanto, los detenidos fueron llevados a la Dirección General de Seguridad, fueron interrogados por Billy el Niño y fueron juzgados.

Los abogados defensores pensaron que podrían caerles seis años de prisión, pero cayeron más: 20 años más o menos a cada uno; entre otras cosas, porque su juicio comenzó un día en el que la dictadura se sintió herida, en el que se sintió golpeada y quería castigar. Su juicio comenzó el día que mataron al presidente del Gobierno de Francisco Franco, Carrero Blanco. Sin embargo, el propio franquismo era consciente de que se habían excedido. Por eso, a los dos años de la condena comenzaron las reducciones y la puesta en libertad de algunos de ellos. Pero no saldrían todos y no se olvidarían de sus penas hasta la muerte de Franco y los indultos concedidos por Juan Carlos al llegar al trono.