Después de que Mario Vargas Llosa pegara un puñetazo a Gabriel García Márquez, durante una entrevista preguntaron al primero y no aclaró las razones exactas, pero sí dejó claro por qué no había sido. "Ha habido un incidente, pero no tiene características literarias, ni políticas. Me he encontrado con que hay quien dice que ha sido fraguado por un editor para levantar las ventas", aseguró en 1976 en 'TVE'.

Los motivos fueron "otras cosas" de tipo personal relacionadas con la que fuera mujer de Mario Vargas Llosa, Patricia Llosa, y así se desvela en la novela 'Los genios', que narra precisamente la relación entre ambos escritores.

Pero para llegar al momento puñetazo y el fin de su amistad hay que remontarse al inicio de esa relación. Empezaron tratándose por correspondencia. Empezó a escribir García Márquez a Vargas Llosa como admirador; y respondió Vargas Llosa también como admirador. Ambos coincidieron en 1967 en unos actos literarios en Caracas a los que García Márquez fue para conocer a Vargas Llosa. Y de ahí, surgió una amistad, nada más verse, nada más encontrarse, en el mismo aeropuerto congeniaron.

La relación, podríamos decir, fue intensa. Tanto que Vargas Llosa puso a uno de sus hijos Gabriel Rodrigo Gonzalo, por García Márquez. Cuando ambos vivieron en Barcelona, eran vecinos y hasta pensaron en escribir un libro juntos, a cuatro manos. En sus cartas, García Márquez llamaba "hermano" a Vargas Llosa. Vargas Llosa escribió toda una tesis sobre García Márquez. Eran amigos de verdad.

Hasta que en 1976, en un cine, en el estreno de una película, Vargas Llosa apareció y mientras García Márquez le abría los brazos para saludarlo con cariño, Vargas Llosa le pegaba un puñetazo y le dejaba el ojo morado. Gabriel García Márquez se hizo una foto para que quedara constancia.

El motivo era personal. Vargas Llosa había dejado a su esposa Patricia Llosa y se había marchado con otra mujer. Luego volvió, pero esa actitud tenía a su esposa enfadada y parece ser que Gabriel García Márquez bromeó con que le devolviera los cuernos con él. O puede que se insinuara de verdad, o que realmente hubiera algo, o que se ofreciera a ayudarla a divorciarse. Esas son las variantes, pero todos los que han trabajado el tema sostienen lo mismo: el motivo del puñetazo fue un comentario de García Márquez a la mujer de Vargas Llosa.