La población negra fue la más castigada por el coronavirus en Estados Unidos, y la diferencia con los ciudadanos blancos es escandalosa. Entre 2020 y 2021 fallecieron cinco niños blancos de cada 100.000 como consecuencia del virus. Sin embargo, el dato entre los afroamericanos fue casi el triple: 14 por cada 100.000.
Los niños negros, además, son los que más han sufrido la muerte de sus progenitores. Durante el coronavirus, uno de cada 738 menores blancos perdió a su padre por la enfermedad. En cambio, la cifra vuelve a ser peor entre la población negra: uno de cada 310. Eso se traduce en casi dos veces y media más que entre los menores blancos.
Las causas de estas diferencias son evidentes: menor cobertura sanitaria, menores niveles de vacunación y peores empleos de los padres que no permitían el teletrabajo. Los niños negros son, en general, más pobres que los menores blancos, por eso han sido más golpeados.
El COVID-19 es una enfermedad, pero también es un indicador de las desigualdades sociales dentro de cada país, de cada sociedad. Este estudio en Estados Unidos lo demuestra con datos.
¿Se ha intentado cambiar?
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¿Qué implica? El 'caso Koldo' destaca cómo la acusación popular, exclusiva de España en la Unión Europea, se está utilizando con fines políticos. Partidos como PP, PSOE, Vox y otras asociaciones rivalizan por liderar esta figura.