Corrupción en Canarias con el caso 'Tito Berni', corrupción en Extremadura con el 'caso Casero'... ycorrupción también en Cantabria. Hay un funcionario encarcelado al que han pillado con 530.000 euros escondidos en una caja fuerte. La primera víctima política del escándalo es José Luis Gochicoa, consejero de Obras Públicas de Gobierno de Cantabria, que acaba de dimitir. Su jefe, Miguel Ángel Revilla, el presidente de la comunidad, asegura que pone sus manos en el fuego por su consejero, pero que no ha vigilado lo que pasaba en su departamento.

Ha dimitido también el número dos de la Consejería de Obras Públicas, y los datos que se van conociendo del caso dan una idea de que no estamos ante una pequeña corruptela: las cifras hablan de millones de euros. En el registro del domicilio del funcionario Miguel Ángel Díez, el supuesto líder de la trama, la Policía encontró unos 530.000 euros en efectivo en una caja fuerte oculta en la pared. Y hasta una máquina de contar dinero. Según el auto de la jueza al que ha tenido acceso la agencia EFE, en sus cuentas bancarias llegó a haber tres millones de euros. Eso solo en 2022. También han encontrado una cuenta en Luxemburgo por valor de otros 800.000 euros.

El cabecilla de la trama es 'El Capitán'. Así llamaba uno de los empresarios supuestamente involucrados en esta trama a Miguel Ángel Díez, el jefe del servicio de carreteras. Él sería el cabecilla de la trama, según la Policía y la Agencia Tributaria. Díez es ingeniero de caminos y llevaba prácticamente toda su vida en la administración cántabra. Según el Diario Montañés, los que trabajaban con él dicen que es un hombre discreto y muy currante. No opinan lo mismo los empresarios que no recibían su trato de favor. Lo definen como soberbio y muy controlador.

¿Cómo funcionaba la trama de carreteras? El Servicio de carreteras, del que Díez era director, era el organismo encargado de adjudicar los contratos de mantenimiento y conservación de las carreteras de Cantabria. Son los contratos más suculentos que adjudica este organismo.

El presupuesto de este año asciende a 16 millones de euros. Supuestamente, Díez, que tenía una gran capacidad para decidir la adjudicación, coordinaba a las diferentes empresas involucradas en la trama para que todas tuvieran su parte del pastel. Y a cambio, él se llevaba su comisión. Tenía tal sensación de impunidad que, según la Policía, llevaba haciéndolo ya diez años.

La Agencia Tributaria detectó movimientos sospechosos en las cuentas de Díez, la Policía intervino sus llamadas y ahí se pudo saber cómo funcionaba la trama. Según la investigación, siempre estaban todos compinchados: las empresas que arreglaban las carreteras y el funcionario. Todos jugaban con los concursos públicos y se ponían de acuerdo para repartirse los contratos. Y todos salían beneficiados.

Para lavar el dinero usaban una empresa de fotocopias. Era la tapadera del funcionario y su familia. Entre 2020 y 2022 cobraron más de 500.000 euros por realizar fotocopias para las empresas implicadas.