La pandemia y sus consecuencias económicas han provocado unas protestas en Cuba que no se veían desde los años 90. Al grito de libertad, miles de cubanos se han echado a las calles de La Habana y las principales ciudades del país.
Manifestaciones que han sorprendido al gobierno del Presidente Díaz-Canel, que ha respondido con centenares de detenciones, llamando a sus partidarios a salir a las calles y cerrando Internet.
Pero, ¿cómo se puede bloquear el Internet de un país entero? El tráfico de Internet es un sistema que circula hasta su llegada a puertos nacionales que proporcionan la red para un país. En este caso, el presidente cubano ha cortado el acceso de la información a Cuba, ya que solo tiene una empresa de telecomunicaciones.
Sin embargo, existe un modo en el que los cubanos podrían eludir ese bloqueo a internet: recurriendo al satélite. Habitualmente, Internet llega por cables y repetidores, pero en zonas de conflicto o en alta mar, donde no hay red, se recurre al satélite. Para ello se necesita una parabólica en casa, y la conexión es mucho más lenta.
Actualmente, por tanto, en único Internet al que tienen acceso los cubanos es una red propia con medios cubanos y con adaptaciones del país, donde se da una versión propia de la realidad.
El principal objetivo de Cuba con esta medida es que no haya publicidad de las protestas, ya que las celebradas en la última jornada se fueron convocando a través de las redes. También pretende evitar la publicidad de la represión.
Se trata de una situación habitual en las dictaduras, pero que parece difícil de conseguir en las democracias. Por ejemplo, en España el presidente del Gobierno podría tomar una decisión similar si declara el estado de excepción.
Concretamente, hay tres tipos de situaciones de crisis en las que un presidente puede suspender derechos. La primera, y ya conocida por todos, es el estado de alarma. Otra es el estado de sitio, y la más grave es la de excepción. Para cortar internet, entendiendo internet como un lugar donde difundir ideas y recibir información, tendría que recurrir a esta última.
No es el único
La última muestra de oligarcas peloteando al poder: Zuckerberg dona a Trump un millón de dólares pese a su animadversión
Los motivos Zuckerberg no quiere ir a la cárcel y, como directivo de una poderosa empresa, podría enfrentarse a grandes multas. Además, Trump ahora representa al Estado, controlando miles de millones de contratos y subvenciones, lo que aumenta su poder económico.