Carlo Acutis, un adolescente londinense de ascendencia italiana que falleció a la temprana edad de 15 años en 2006, está a punto de convertirse en el primer santo milenial de la historia de la Iglesia Católica. Con dos milagros atribuidos, su canonización es inminente, gracias al respaldo del papa Francisco.

El primero de sus prodigios se remonta a 2010, cuando de forma inexplicable curó a un niño brasileño que sufría de continuos vómitos debido a problemas pancreáticos. El segundo milagro, ocurrido en 2022, narra la historia de una joven costarricense al borde de la muerte tras un accidente, que inexplicablemente se recuperó tras invocar la intercesión de Acutis.

La decisión de canonización recae en el papa Francisco, quien busca santos que encarnen la vida cotidiana y sean modelos de conducta para la sociedad contemporánea. Acutis, vestido con un chándal y una sudadera en su tumba, representa la humildad y la cercanía que el papa busca en los nuevos santos.

Con su vida marcada por la fe y el uso de la tecnología, Acutis se erige como un ejemplo para la juventud, demostrando que es posible conciliar la vida moderna con la devoción religiosa. El papa Francisco lo ha llamado "santo milenial", destacando su capacidad para inspirar a las nuevas generaciones.

En contraposición, Isabel la Católica, a pesar de que desde el siglo pasado se intenta demostrar su santidad y elevarla a los altares teniendo testimonios de gente que asegura haber visto milagros suyos, no representa el modelo de santos que quiere el papa. Y ahora, después de cómo ha hablado el papa Francisco del arzobispo de Valladolid para impulsar la sanidad de la reina, menos aún.