La ley del 'solo sí es sí' es un punto de inflexión cada vez más evidente en la coalición de Gobierno entre PSOE y Unidas Podemos. La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha comparecido en el Senado para defender la ley del 'Solo sí es sí' frente a la oposición. Montero ha acusado a los 'populares' de encabezar una ofensiva contra la norma y ha afirmado que se corre el riesgo de volver al Código Penal de La Manada. Un discurso que ha arrancado los aplausos de la ministra de Trabajo y vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, pero no de la bancada socialista de la Cámara Alta a pesar de que Unidas Podemos carece de senadores.

La intervención de la ministra se produce en pleno debate público sobre la ley del 'Solo sí es sí' y con las tensiones crecientes por las discrepancias en el seno de la coalición respecto a la norma. "En este Gobierno hay dos fuerzas políticas, una a la que le suelen temblar las piernas y otra a la que no", ha llegado a afirmar la ministra Ione Belarra.

A pesar de que la práctica totalidad de los grupos parlamentarios están de acuerdo en hacer alguna modificación de la ley del 'sólo sí es sí', no hay acuerdo sobre cuáles deben ser los puntos a modificar. Por este motivo, a pesar de las críticas a la norma, a día de hoy la proposición de ley del PSOE no cuenta con ningún apoyo en la cámara para salir adelante.

Los socialistas quieren aprobar la reforma este mes pero, por el momento, los únicos votos que tienen asegurados son los de sus 119 diputados. El primer paso para poder aprobarla es la "toma en consideración", en la que la formación liderada por Pedro Sánchez ha encontrado el apoyo inesperado de Ciudadanos y PP.

Durante la última semana, el líder del PP, Alberto Núñez-Feijóo, otorgó su palabra a Pedro Sánchez en el Senado de que el Gobierno podía contar con sus votos para cambiar la ley. Sin embargo, este mismo martes la portavoz 'popular' en el Congreso, Cuca Gamarra, solo ha garantizado el apoyo del PP para iniciar el trámite parlamentario. Evita, por tanto, hablar sobre la negociación y la votación de la modificación.

La posición de los socios parlamentarios de la coalición es diversa. Desde Esquerra, Compromís y Más País afirman estar estudiando el texto, pero exigen que PSOE y Podemos se pongan de acuerdo y buscan evitar así tener que elegir entre la postura de ambas formaciones.

Discrepancias en las filas de ambos partidos

La polémica llega incluso al seno de Unidas Podemos. Fuentes del grupo parlamentario aseguran a la Sexta Clave que en este asunto mantienen una "cohesión total", sin diferencias entre el núcleo duro de Podemos y los afines a Yolanda Díaz o los Comunes. Sin embargo, la postura pública ha sido diferente: los ataques de Podemos contra el PSOE difieren con el llamamiento a "tender la mano" de Yolanda Díaz, que pide colocar en el centro el consentimiento para encontrar el punto común.

"No debemos olvidarnos que nos debemos a la sociedad. Creo que cuando el gobierno trabaja unido y en común avanzamos en derechos. Me van a encontrar siempre avanzando en derechos. Hago un llamamiento a la serenidad y a encontrarnos, a tender la mano y hacerlo además con los avances que hemos tenido. La ley del solo si es si es un extraordinario avance para las mujeres de nuestro país", ha asegurado la vicepresidenta.

Una postura que también contrasta con la expuesta por la ministra de Justicia este mismo martes, que ha cuestionado la ley que aprobó su propio Gobierno: "No es de recibo que con esta ley se haya producido una bajada de penas que provoquen que en nuestro pais salga mas barato agredir sexualmente a una mujer con violencia o intimidación que robar". "Un robo con violencia e intimidación está penalizado con de 2 a 5 años de prisión y la agresión sexual con violencia e intimidación está castigada con una pena de 1 a 4 años de prisión", ha criticado.

Lo cierto es que tras la aprobación del 'Sólo sí es sí', un robo con violencia tiene más castigo que una agresión sexual con violencia siempre que no haya ningún tipo de agravante que incremente la pena, en cuyo caso una condena por la agresión sexual se incrementaría. En la aprobación de la ley en el consejo de ministros Pilar Llop no era ministra de Justicia, pero ya había sido nombrada para la cartera cuando entró en vigor, por lo que sus palabras han generado malestar en las filas socialistas.

Otras batallas de la coalición

La coalición está abierta en canal, y la fisura no nace solo por la reforma del 'solo sí es sí'. PSOE y Podemos han arrancado batallas que ya asoman en el horizonte político.

La primera de ellas es la Ley de Bienestar Animal. Se vota este mismo jueves en el Congreso de los Diputados. El consejo de ministros dio el visto bueno a la norma impulsada por el Ministerio de Derechos Sociales, dirigido por Ione Belarra, pero el PSOE ya ha presentado enmiendas.

Los socialistas pretenden así excluir de esta ley a los perros de caza y a otros animales que se utilizan en actividades profesionales, como los perros policías o de rescate, o en tareas de ganadería o cetrería. Unidas Podemos, en cambio, busca es mantener la ley tal y como la redactaron.

La segunda confrontación nace de la Ley de Vivienda. El principal obstáculo está en si debe o no toparse el precio de los alquileres. El Gobierno ya aprobó limitar la subida de los alquileres en las zonas tensionadas a un 2%, y la idea es establecer algo similar en la nueva Ley de Vivienda. Sin embargo, la definición de 'gran tenedor' aún separa a socialistas y 'morados'.

La cuestión es determinar a partir de cuántas casas en propiedad destinadas al alquiler el Estado podría obligar a un arrendatario a controlar el precio de su alquiler. En concreto, ambas formaciones se debaten entre las 10 y las 5 viviendas.

El tercer posible conflicto entre los socios de Gobierno parte de la Ley Mordaza. En esta batalla, además de entre PSOE y Unidas Podemos, la coalición posee diferencias con socios necesarios, como el PNV, Esquerra, Bildu o Junts.

Los principales puntos de fricción se encuentran en el material que pueden utilizar los antidisturbios, las devoluciones en caliente y el concepto de desobiencia policial. El PSOE prometió derogarla, pero aclara que no puede dejar a los agentes sin el material necesario para cumplir con sus obligaciones.