Cuando un partido como el PP Nacional pone a toda su maquinaria a trabajar en una dirección es casi imposible resistir. Es lo que ha demostrado el caso de María Guardiola, cuyas palabras en el camino del no al sí ahora la persiguen.

Era el 3 de junio cuando María Guardiola pronunciaba en un discurso en la sede del PP que su palabra era sagrada y no iba a cambiarla. Vox no entraría en el Gobierno de Extremadura.

El 20 de junio, en la Cadena Ser, se comprometía a no gobernar con Vox. Y un día después, en una entrevista con Carlos Alsina en Onda Cero aseguraba que se quitaría de en medio antes de contradecir su criterio. "Quiero dormir tranquila todas las noches", reiteraba en Al Rojo Vivo.

El 27 de junio, Guardiola ya destacaba que Vox era un partido constitucional y se abría a un diálogo que ha acabado con asientos en el Gobierno de Extremadura. Puedes ver el cambio de criterio de la 'popular' en el vídeo principal de esta noticia.