El Estatuto de Andalucía reconoce a Blas Infante como "Padre de la Patria Andaluza". La comunidad autónoma no se puede entender sin su figura, sin su relevancia a nivel ideológico para el andalucismo político. Sin embargo, el franquismo buscó silenciarle. Fue en 1983 cuando el Parlamento andaluz saldó su deuda pendiente con este nombramiento, considerándolo como un "acto de justicia".

Procedente de Casares (Málaga), Blas Infante estuvo siempre muy vinculado a la política de finales del siglo XIX y principios del XX. Entre sus escritos figua el 'Ideal Andaluz', escrito en 1915, una obra clave para configurar la identidad andaluza.

En 1918, la Asamblea de Ronda aprobó la bandera verde y blanca para representar Andalucía, acompañada del escudo de Hércules. En 1919, Blas Infante fue uno de los firmantes del Manifiesto de Córdoba, en el que se hablaba de Andalucía como "una realidad nacional".

"Infante se adelantó a su tiempo y muchas de sus propuestas son hoy en día, en buena medida, una realidad, como la división de poderes (ejecutivo, judicial y legislativo), una justicia democrática y gratuita y la 'significación e independencia social y civil de la mujer'", destaca el Parlamento de Andalucía.

Su visión andalucista estaba ligada al desarrollo de España, algo que evidenció en la letra del himno de Andalucía, todavía vigente. Con la llegada de la dictadura de Primo de Rivera, esos logros se vieron truncados. El golpe de Estado y el franquismo acabaron con sus deseos de aprobar un Estatuto de Andalucía.

Tras ser detenido, Blas Infante fue fusilado por los golpistas en la carretera de Sevilla a Carmona. Todavía hoy se desconocen dónde están sus restos. En 2023, su legado sigue vivo y su presencia está en el día a día de una Andalucía que ayudó a definir.