La foto de este miércoles entre Joe Biden y Benjamin Netanyahu es solo la última de una serie de imágenes que ilustran una amistad de más de cuatro décadas entre el presidente de los Estados Unidos y el primer ministro de Israel. Su relación comenzó en 1982, cuando un joven Netanyahu, en su rol como segundo embajador de Israel en Washington, conoció a un joven senador estadounidense llamado Joe Biden. En ese momento, Biden, con su conocida pasión por la política exterior, hizo de la defensa del Estado israelí una de las prioridades de su carrera política.
Biden ha sostenido durante años que "si no existiera Israel, Estados Unidos de América tendría que inventar un Israel para proteger sus intereses en la región", una postura que subraya su compromiso con la seguridad de Israel. En contraste, Netanyahu ha sido un ferviente defensor de la línea dura sionista, mientras que Biden siempre ha abogado por una solución de dos Estados para el conflicto israelí-palestino. A pesar de estas diferencias, su amistad ha perseverado. Una dedicatoria de Biden a Netanyahu, en la que le llama cariñosamente "Bibi", ilustra esta cercanía: "Bibi, no estoy de acuerdo ni en una maldita cosa de las que dices, pero te quiero".
Sin embargo, la relación no siempre ha sido tranquila. En 2010, durante una visita de Biden a Israel, Netanyahu anunció la expansión de asentamientos en el este de Jerusalén, un movimiento que complicó las negociaciones de paz. El punto más tenso de su relación llegó en 2014, cuando Netanyahu criticó abiertamente el acuerdo nuclear con Irán promovido por la administración Obama. En ese momento, Biden, como vicepresidente, optó por no asistir a un discurso de Netanyahu en el Congreso, en un claro gesto de desaprobación.
A pesar de los conflictos y diferencias de política, Biden y Netanyahu han mantenido una relación personal que han descrito como "honesta" y "directa". Biden ha reconocido que, aunque a veces se vuelven "locos el uno al otro", su amistad ha demostrado ser resistente y perdurable a lo largo de los años.
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