Pedro Sánchez ha anunciado recientemente impuestos extraordinarios para los "beneficios extraordinarios" de los bancos, las petroleras y las eléctricas. Y este jueves, la Vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, se verá las caras con las energéticas. La reunión está convocada para preparar un plan de contingencia que cada día parece más necesario. Así, ante la incertidumbre con los suministros y los impuestos sobre la mesa, se avecina reunión calentita entre Ribera y las empresas.

La tesis del Gobierno es que están ganando mucho más de lo normal gracias al contexto mundial. Empecemos por las energéticas. Dice el vicepresidente de Iberdrola, Antonio Miguel Carmona, que el nuevo impuesto no va a afectar a las energéticas porque ya no tienen tantos beneficios. Pero esto es lo que dicen los datos: sí los están teniendo. Esto ya se notó en 2021. Las energéticas el año pasado tuvieron más de 10.000 millones de euros de beneficios.

Iberdrola, por ejemplo, tuvo beneficios históricos, más de 3.800 millones; Repsol, con 2.500 millones, obtuvo la cifra más alta en una década. Beneficios récord gracias, en gran parte, al alza del precio del crudo y de la luz. Así, tenemos a las eléctricas, que afirman que no están teniendo tanto margen de beneficios, y a los bancos, que dicen que la subida de los tipos de interés no significa que vayan a ganar más. Pero ¿cómo se defienden las petroleras? Fuentes del sector nos dicen que es un producto cíclico.

Es decir, que está sometido a los vaivenes del mercado: hoy puede estar muy caro y ganar mucho dinero y mañana muy barato y dejar de ganarlo. A decir verdad, hoy están ganando, y mucho. También nos transmiten que en 2020 nadie se acordó de ellos, que debido a la pandemia mantuvieron el suministro a pesar de tener pérdidas multimillonarias. A ello ha respondido el Gobierno: la vicepresidenta Ribera dice que las energéticas españolas tienen unos márgenes de beneficios superiores a las de las empresas de la Unión Europea.

Así lo dicen también los datos. Las empresas españolas tienen un 20,1% de margen de beneficio. La media de las empresa de la Unión Europea es un 10,8%. Son datos de Eurostat. Pero es que también hay diferencia en lo que han crecido los beneficios. El de las energéticas españolas ha aumentado en los últimos 12 meses más de un 60%. La media de los países de la Eurozona un 46%. Son 14 puntos de diferencia.

Vamos ahora con los bancos. El Gobierno también los ha metido en los impuestos porque asegura que, de la misma forma, están teniendo beneficios extraordinarios. El año pasado, los cinco grandes bancos de nuestro país, los que están en el Ibex, ganaron 20.000 millones de euros. Pero es que este año ya van camino de batir récords. Comparamos sus resultados: del primer trimestre de 2021 al primer trimestre de 2022, los beneficios del Santander han crecido un 58%; los del BBVA, un 36%; La Caixa, un 22%; los del Sabadell, un 191%; y los de Bankinter un 4%.

¿Vamos a acabar pagando los clientes esta subida de impuestos? Los economistas que hemos consultado en La Sexta nos dicen que, previsiblemente, harán lo imposible por repercutir el impuesto a los consumidores. Tanto las energéticas como los bancos son sectores oligopolísticos. Es decir, que muy pocos actores controlan el mercado. Y eso significa que tienen más capacidad para fijar precios. Hay que destacar que la Italia de Mario Draghi fue el primer país en poner un impuesto sobre los beneficios extraordinarios de las energéticas. ¿Ha conseguido buenos resultados?

En marzo creó ese nuevo impuesto, era del 10% sobre los beneficios extra. Pero como la situación global no mejoraba, al contrario, lo subió al 25%. El gobierno italiano esperaba recaudar unos 10.000 millones. Pero Draghi se está encontrando con trabas de las energéticas para poder diferenciar qué son beneficios extraordinarios y qué no. Así que es probable que recaude menos de lo que habían previsto.