Guía rápida del proceso
Begoña Gómez, más cerca de un juicio con jurado popular: qué implicaría y cómo funciona
El contexto El juez Juan Carlos Peinado ha dado un paso que podría llevar a Begoña Gómez, esposa del presidente Pedro Sánchez, a un juicio con jurado popular, un mecanismo poco frecuente en España en el que ciudadanos corrientes deciden sobre su culpabilidad o inocencia.

Todavía no hay juicio, pero el juez Juan Carlos Peinado ha dado un paso que podría acercar a Begoña Gómez, esposa del presidente Pedro Sánchez, al banquillo. Y si finalmente se celebra, sería un caso muy especial: con jurado popular, donde ciudadanos ordinarios deciden sobre su culpabilidad o inocencia.
¿Qué ha hecho el juez Peinado?
El auto incluye decisiones que han sorprendido. La citación se ha fijado un sábado por la tarde, supuestamente para evitar que coincida con otras diligencias de sus abogados, algo poco habitual en la práctica judicial. Además, el juez ha decidido abrir ahora una pieza separada por malversación, a pesar de que inicialmente había rechazado esa línea de investigación.
Otro punto es que considera a Gómez funcionaria de la Universidad Complutense por su labor en una cátedra, mientras que los fondos supuestamente malversados provienen del Gobierno.
¿Qué es un juicio con jurado popular?
Es un mecanismo judicial en el que un grupo de ciudadanos decide si el acusado es culpable o inocente en delitos graves. No deciden la pena: esa corresponde al juez, quien aplica la ley según el veredicto del jurado.
La participación de ciudadanos tiene un valor simbólico y práctico, porque aporta legitimidad al proceso y hace que la justicia no dependa únicamente de jueces profesionales, especialmente en casos de alta relevancia política o mediática.
¿Quién puede ser jurado?
No cualquier ciudadano puede participar. Para ser seleccionado, hay que ser español, mayor de edad, empadronado en la provincia donde se celebra el juicio y no tener incapacidades ni antecedentes penales. Los candidatos se extraen de listas provinciales que se renuevan cada dos años.
Antes de formar el jurado definitivo, la defensa y la acusación pueden vetar a algunas personas, dejando finalmente nueve jurados titulares y dos suplentes que deliberarán sobre el caso.
¿Cómo deciden?
Durante el juicio, los jurados presencian todos los testimonios y analizan las pruebas. Después, se encierran a deliberar en privado. Para declarar a alguien culpable se necesitan siete a nueve votos, mientras que para considerarlo inocente bastan cinco.
Aunque los jurados deciden sobre la culpabilidad, el juez dicta la sentencia final y aplica la pena correspondiente, garantizando que se cumpla la ley. La decisión del jurado no se puede modificar, aunque sí puede recurrirse ante tribunales superiores.
¿Es obligatorio ser jurado?
Sí, aunque existen excepciones para determinadas profesiones o personas con responsabilidades familiares. Los jurados reciben 67 euros al día más dietas como compensación por el tiempo fuera del trabajo.
No presentarse sin una razón válida puede suponer multas de entre 150 y 1.500 euros.
¿Cuánto dura un juicio así?
La mayoría se resuelve en una o dos semanas, aunque los casos más mediáticos pueden prolongarse hasta cuatro. No son frecuentes, pero tampoco extraordinarios: en 2023 se celebraron 517 juicios populares en España, de los cuales aproximadamente 450 acabaron en sentencia y el 92% de los acusados fueron condenados.
Esto refleja que los jurados suelen coincidir con la valoración de los tribunales, pero su presencia aporta una perspectiva de ciudadanos ordinarios que valida socialmente el proceso.
¿Qué otros políticos han pasado por un jurado popular?
No es la primera vez que un dirigente político se sienta ante un jurado popular en España. El mecanismo, aunque poco frecuente, ha estado presente en algunos de los casos más mediáticos de las últimas décadas.
- Carlos Fabra, expresidente de la Diputación de Castellón, fue juzgado por los contratos de patrocinio del aeropuerto de Castellón. El jurado popular lo absolvió: siete de sus miembros votaron "no culpable".
- Jaume Matas, expresidente balear, corrió peor suerte. El jurado popular votó por unanimidad que era culpable de adjudicar un sueldo "a dedo" a su esposa.
- Francisco Camps, expresidente de la Generalitat Valenciana, también fue juzgado mediante jurado popular en la conocida causa de los trajes. En su caso, el veredicto fue absolutorio.
Estos precedentes muestran cómo la figura del jurado popular ha intervenido en procesos con fuerte trasfondo político, con resultados muy dispares según las pruebas presentadas y la valoración ciudadana.
¿Por qué el PP dice que no hay "lawfare"?
Porque, según la portavoz del PP Ester Muñoz, si hay juicio con jurado popular, "la juzgará el pueblo". La idea es que no se trataría de un ataque político, sino de un proceso donde ciudadanos deciden sobre la culpabilidad.
Para el PP, la participación del jurado popular elimina la narrativa de presunto "lawfare" y convierte el juicio en algo más cercano a la justicia directa y transparente.
Todavía no hay juicio, pero si Begoña Gómez llega a esa fase, su caso será un ejemplo claro de cómo funciona un mecanismo poco habitual pero fundamental en la justicia española.
Además, pondrá a prueba la percepción pública de la justicia en un contexto de alto interés político y mediático, donde cada detalle del procedimiento, desde la decisión del juez hasta la composición del jurado, será escrutado tanto por los tribunales como por la opinión pública.