20 años después de los atentados del 11 de marzo de 2004, Aznar continúa alimentando las teorías de las conspiración sobre el 11M. El expresidente del Gobierno ha utilizado su Fundación FAES para atacar a quienes "alimentan un viejo rescoldo, atizando las brasas y avivando el fuego, por si el humo pudiese tapar vergüenzas rigurosamente actuales".

Aznar olvida las pruebas reunidas por la Policía que descartaron la vinculación de ETA con los atentados, olvida la sentencia que condenó a la célula islamista tras estos ataques, olvida que los culpables fueron señalados de forma clara y nítida. Aunque el PP se apresuró en vincular a ETA con este atentado, los ciudadanos acudieron a votar tres días después sabiendo la verdad.

Meses después, Aznar tuvo que acudir a una comisión de investigación en el Congreso en la que intervino durante 12 horas. Allí, dijo una frase que quedó grabada a fuego en la memoria de muchos y que resume la teoría mantenida desde entonces: "Los que idearon estos atentados no están en desiertos remotos ni en montañas lejanas, sean quienes sean".

Finalmente, hubo 21 personas condenadas por la Audiencia Nacional, sin rastro alguno de una supuesta vinculación con ETA. Los explosivos fueron robados en Mina Conchita, la mochila que se encontró en Vallecas nunca se manipuló y así se desmontaron una a una las teorías de la conspiración.

Los tres condenados que siguen en prisión

El proceso judicial se prolongó durante 57 sesiones por las que pasaron cerca de 100 peritos y 650 testigos. Jamal Zougam fue detenido dos días después de los atentados, siendo considerado uno de los autores materiales de los ataques. Tres testigos aseguraron ver cómo debaja una bolsa en uno de los trenes. También fue quien consiguió las tarjetas de los móviles que utilizaron los terroristas. Fue condenado a casi 43.000 años de cárcel, aunque pasará 40 años en la cárcel, el máximo legal en España.

También sigue en prisión Othman el Gnaoui, condenado como cooperador necesario como persona que facilitó la documentación a los terroristas para que ocultaran su idendidad. También participó en el transporte de explosivos. Por último está el exminero asturiano José Emilio Suárez Trashorras, la persona que consiguió los explosivos a los terroristas que fue condenado a 35.000 años de prisión y que saldrá en 2044.

Otro de los condenados, Hassan El Haski, cumplió su pena en España en 2019, pero actualmente está en una prisión en Marruecos cumpliendo la pena por otro atentado. Los otros 14 condenados por el atentado se encuentran ya en libertad, tras ir cumpliendo sus penas. Entre ellos, Rafa Zouhier, condenado por tráfico de explosivos, que fue la persona que puso en contacto a los yihadistas con el exminero Trashorras.

La sentencia también considera autores de los atentados a los siete miembros de la célula yihadista que se suicidaron en el piso de Leganés.