Isabel Díaz Ayuso ha conseguido unir en un solo titular los otros dos temas estrella de esta campaña electoral: Euskadi y el racismo. En una entrevista con el Periódico de España afirma: "España no es racista pero hay conductas racistas, también en la política". Y Ayuso apunta directamente al PNV desde donde ya le han respondido.
A Ayuso le ha salido un aliado en esta tesis sobre el racismo en el PNV. Juanma Moreno lo justifica pero con un matiz muy importante: Él lo sitúa en el pasado de los nacionalistas. Un matiz relevante, porque una vez más en la dirección del partido están incómodos con la acusación de Ayuso. Saben que los nacionalistas vascos pueden algún día ser socios necesarios para Feijóo. Llegado el momento estarían más cómodos con el PNV que con Vox. Y sobre todo, saben que los nacionalistas y la ultraderecha son incompatibles. Quizá eso explica el silencio de la dirección nacional hoy cuando se les pregunta por las declaraciones de Ayuso.
Aunque para racistas los actuales socios de Gobierno del PP en Castilla y León. Vox ha usado carteles xenófobos sobre las ayudas al alquiler de viviendas en Madrid. La ultraderecha ha utilizado una concesión de ayudas de 2021 donde entre los admitidos aparecen una serie de apellidos árabes. Pero es que además hacen trampas porque los nombres están por orden alfabético y muchos de los apellidos árabes empiezan por la letra A.
Vox ha utilizado el listado provisional de ayudas porque en el definitivo no hay ninguna página que les permita hacer ese juego racista con los nombres. De las personas que finalmente recibieron la ayuda no hay ni un solo nombre con origen extranjero hasta el puesto 14. Pero es que esas ayudas al alquiler van destinadas a personas con pocos recursos económicos y evidentemente muchos migrantes están en esta situación. Además todos los extranjeros que recibieron esta ayuda económica acreditaron que residían legalmente en España. Vox intenta captar votos paseando su racismo y haciendo trampas.
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