Estamos de cumpleaños. Un medicamento que marcó una era y que se introdujo en la España de los 50 ahora celebra su aniversario. Hablamos de la Aspirina, conocida científicamente como ácido acetil salicílico. Este fármaco no solo ha sido compañero de los astronautas en la luna, sino también un imprescindible en nuestros botiquines. Sin embargo, su presencia hoy día no es tan predominante como en el pasado. Nos preguntamos, ¿qué ha cambiado?

En tiempos anteriores, la Aspirina era la solución por defecto para múltiples afecciones, desde dolores de cabeza hasta fiebres e inflamaciones. La razón era sencilla: no existían tantas alternativas o, las que había, no eran tan efectivas. Hoy en día, el panorama ha cambiado drásticamente. Fármacos como el paracetamol y el ibuprofeno, junto con una amplia variedad de principios activos y marcas, ofrecen competencia directa al ácido acetil salicílico, afectando sus ventas y su posición en el mercado.

No obstante, la competencia no es el único factor que ha influenciado su uso decreciente. Todos los medicamentos pueden tener efectos secundarios y adversos, que varían de persona a persona. En el caso de la Aspirina, se han identificado efectos especialmente relacionados con el estómago que, según la Sociedad Española de Farmacología Hospitalaria, han contribuido a un descenso en su consumo y prescripción.

Sin embargo, la historia de la Aspirina no termina con estas dificultades. En la actualidad, ha encontrado un nicho muy específico y crucial: el tratamiento y prevención de afecciones cardíacas como infartos y problemas cerebrales como ictus. Gracias a sus propiedades antiplaquetarias, la Aspirina puede prevenir la formación de trombos, siendo una de las primeras opciones prescritas en estos casos.

Curiosamente, el corazón de la producción de este legendario medicamento late en España, más específicamente en Asturias. Allí, una fábrica se encarga de producir todo el ácido acetil salicílico que utiliza la compañía Bayer, sumando cerca de 5500 toneladas al año. Esto no solo es testimonio de la relevancia continua de la Aspirina sino también de su capacidad para adaptarse y permanecer relevante en el mundo de la medicina moderna.