Pegasus es el sistema de escuchas israelí que está noqueando al mundo. Tras él se encuentra una unidad militar: la 8200 de las Fuerzas de Defensa de Israel. Son exintegrantes de esa unidad quienes desarrollaron el sistema, pero, ¿quiénes son?

Según explica José María Rivero en laSexta Clave, son los encargados de saber lo que traman los enemigos de Israel. La Unidad 8200 es la que tiene que averiguar las conversaciones y comunicaciones de los que amenazan al país y, si están ocultas, descifrarlas. Lo que encuentran, se lo entregan a las autoridades: al Gobierno, al ejercito y a los servicios de inteligencia.

Una labor que no dejan al azar ni en manos de la tecnología extranjera, sino que ellos mismos desarrollan sus propios programas y eso les ha convertido prácticamente en una empresa y una escuela de ciberseguridad, una de las mejores del mundo del espionaje.

¿Cómo lo han conseguido? Israel es un país que se siente amenazado por todos los vecinos árabes que le rodean: allí, hay un servicio militar obligatorio de tres años para los hombres y dos en el caso de las mujeres. Cada uno de ellos va a la unidad en la que se considera que pueden ser más competentes o hábiles: así, se busca cuáles son los perfiles expertos en informática o matemáticas, todo lo que pueda ayudar a desarrollar ciberseguridad.

Si pasan unas pruebas, se integran en la unidad 8200 y, en este caso, el servicio militar es de cinco años durante los que están en una formación continua teórica y práctica de ciberseguridad y programación.

Una vez salen de esa 'mili', muchos siguen dedicándose a ello: entre 7 y 8 de cada 10 emprendedores que crean una empresa de ciberseguridad en Israel provienen de la 8200 o de otras ramas de la Defensa israelí. Muchas de las empresas del sector han sido creadas por personas que han estado en esa unidad o las integran personas que se han formado ahí, como es el caso de Pegasus.

¿Qué hacen mientras están en la unidad? En sus inicios, se llamaba SM2 y luego se llamó 515, pero siempre se ha dedicado a lo mismo: en la Guerra de la Independencia de 1948, esta agencia consiguió descifrar los códigos del ejército de Egipto, lo cual les dio ventaja. En la firma del armisticio, descubrieron las conversaciones de aquellos con los que se tenían que sentar en la mesa, por lo que era como tener un as en la manga.

También en la Guerra de los Seis Días, consiguieron interceptar una conversación entre el presidente de Egipto y el rey Jordania que querían hacer una trampa a Israel, que lo evitó filtrando esa conversación. En el secuestro del barco Achille Lauro, los israelíes sacaron conversaciones que demostraban vínculos con la Organización para la Liberación de Palestina.

En la Guerra de Siria descubrieron la construcción de un reactor nuclear y mandaron a sus cazas para destruirlo y durante la negociación nuclear con Irán de 2015 se enteraron de las conversaciones para saber qué estaba dispuesta a conceder la otra parte. Para ello contaron con Stuxnet, un gusano con el que infiltraron un virus en toda la red nuclear iraní y destruyeron todo su sistema de rearme nuclear.