La ministra de Educación, Pilar Alegría, se reunirá con todas las Comunidades Autónomas para discutir la prohibición de móviles en las aulas, pero el dilema entre teléfonos y menores ha sido global. Países como Italia han llevado la restricción a otro nivel, obligando a las operadoras a limitar las tarjetas SIM de los menores, eliminando cualquier opción de acceso a contenido violento o pornográfico.

En Greystones, un pueblo irlandés de 20.000 habitantes, la comunidad ha tomado una medida radical: ningún niño poseerá un móvil hasta llegar a secundaria, evitando así comparaciones y posibles conflictos. Mientras tanto, en Yamato, Japón, el alcalde ha prohibido el uso de móviles en la calle debido a accidentes provocados por la distracción de las pantallas.

China, conocida por su eficiente censura en internet, ha establecido por ley limitaciones estrictas para el tiempo de pantalla de los menores. Entre las 11 de la noche y las 6 de la mañana, queda prohibido conectarse a internet, y los videojuegos están restringidos solo para el fin de semana. Un enfoque que destaca la preocupación no solo por el contenido sino por el tiempo que los niños pasan frente a las pantallas.

Mientras en España la prohibición de móviles en las escuelas es a nivel autonómico, en países como Francia, Italia y Países Bajos, se ha implementado una ley nacional anti-móviles en instituciones educativas. En India, una aldea adopta una solución sorprendente, apagando todos los dispositivos a las siete de la tarde durante una hora y media, fomentando la desconexión total para fomentar las relaciones interpersonales.