Pedro Sánchez, presidente del Gobierno, ha diseñado meticulosamente su gira europea con el objetivo de promover el reconocimiento de Palestina como estado. Sus destinos no son aleatorios, sino que responden a la estrategia de buscar el respaldo de países clave en este asunto.

Iniciando su tour en Varsovia, Polonia, Sánchez anunció su Presidencia del Observatorio de Violencia sobre la Mujer y aprovechó la ocasión para iniciar su agenda diplomática. En menos de una semana, se reunirá con líderes de diez países europeos, centrándose en aquellos que muestran predisposición favorable hacia el reconocimiento de Palestina.

Noruega, conocido por su histórica labor de mediación entre Israel y Palestina, es el próximo destino de Sánchez. Este país desempeña un papel crucial en el conflicto y su respaldo al reconocimiento puede influir en la postura de otros países europeos.

Irlanda y Eslovenia también forman parte de su itinerario, habiendo firmado previamente un comunicado conjunto a favor del reconocimiento de Palestina. Estas naciones representan aliados estratégicos en la búsqueda de un consenso europeo sobre el tema.

Además, Sánchez tiene previstas reuniones con los primeros ministros de Portugal y Bélgica, países cuyo apoyo es fundamental para fortalecer la posición española en la arena internacional. El reconocimiento de Palestina como estado se convierte así en el eje central de su gira europea, con la esperanza de allanar el camino hacia unas negociaciones equitativas entre israelíes y palestinos.