En el encuentro entre los dos presidentes, los medios chinos informan a sus ciudadanos de la trascendencia de las reuniones entre Xi Jinping y Putin. Lo hacen con programas informativos especiales donde destacan también cada gesto de los líderes, sobre todo del suyo. Los medios oficiales ensalzan las maravillosas relaciones de amistad entre ambos países. En sus informativos repiten lo que dijo su presidente: unas relaciones bilaterales "basadas en los principios de no confrontación y de no atacar a terceros".
Es muy revelador también cómo se refieren el Gobierno de Pekín y los medios chinos al viaje de su presidente: "Una visita de paz". El nombre es muy bonito, pero hay detalles que evidencian que no hay un equilibrio. Por ejemplo, en la televisión china se refiere a la invasión de Ucrania como "el tema de Ucrania". En los informativos lo que destacan es la solución que pone encima de la mesa su presidente: una solución política contraria a las sanciones de la Guerra Fría. Citan a Jinping pidiendo al mundo que cuente con China, que seguirá teniendo un papel constructivo.
Y sobre Putin, lo que destacan son sus loas a Pekín. Sus palabras en las que ensalza a China como un país que defiende la equidad, el equilibrio y la objetividad. En este análisis de cómo están contando la visita los medios chinos también es importante lo que no cuentan. Ni una palabra sobre la orden de detención internacional contra Putin. Ni una mención sobre que su presidente haya sido el primero en estrechar la mano de Putin después de que le pusieran en busca y captura.
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