Han pasado nueve días desde que se produjo el ataque sorpresa de Hamás contra ciudadanos israelíes, pero siguen trascendiendo imágenes de la matanza perpetrada por los terroristas. En uno de los últimos vídeos que han difundido las Fuerzas de Defensa de Israel, se puede ver a milicias de Hamás entrando en un kibutz, aparentemente abandonado, en busca de víctimas y rehenes. Los kibutz han sido objetivo de las masacres contra civiles, pero ¿en qué consisten? ¿Quién vive allí?

Se definen como comunidades donde "las personas viven y trabajan juntas, voluntariamente, sin competir". El primer kibutz fue Degania, fundado a principios del siglo XX por una pequeña comunidad procedente de Rusia y empujada por el espíritu sionista, que defendía que para ser libre, un pueblo debía producir su propio sustento.

Así arrancaron, como comunidades agrícolas de producción y consumo comunitarios y profundas raíces socialistas. A pesar de que venían de dedicarse al comercio, acabaron siendo el motor económico del país tras la creación del Estado de Israel en 1948.

Actualmente, los kibutz son espacios que cuentan con sus propias fábricas, que empiezan a vivir del turismo e incluso a privatizarse. Además, son autosuficientes económicamente. La mayoría de sus miembros trabajan en la propia economía del kibutz y quienes lo hacen fuera, ingresan sus nóminas directamente a la comunidad. Con esos ingresos se gestiona y se realizan inversiones, todos los miembros reciben el mismo presupuesto y todos los niños tienen las mismas oportunidades educativas.

¿Cuántos kibutz existen? Unos 270, casi el 3% de la población israelí, pero llegaron a alcanzar el 7%. Una veintena siguen siendo religiosos y otros decididamente socialistas, como el de Be'eri, en el que Hamás perpetró una de sus mayores matanzas: más de un centenar de sus apenas 1.000 habitantes fueron acribillados o quemados en sus casas y niños y mujeres fueron secuestrados. Un asentamiento que vivía mayoritariamente de su imprenta y al que apenas separan un par de kilómetros de la frontera con Gaza. Tanto, que ahora, desierto, es donde muchos soldados israelíes aguardan instrucciones.

Y es que los kibutz se han convertido, en medio de este conflicto, en el foco fácil y definitivo para los ataques de Hamás porque, además de su vulnerabilidad, está la parte ideológica: la mayoría de víctimas de kibutz son progresistas y partidarios de una negociación con Palestina. De estos asentamientos, además, han salido muchos de los líderes militares, intelectuales y políticos de Israel.