Un estudio del Observatorio Europeo de Drogas ha analizado los hábitos de consumo de los ciudadanos mediante las muestras de aguas residuales de 104 ciudades de 21 países europeos, entre ellas Barcelona, Tarragona, Lleida, Santiago de Compostela, Valencia y Castellón, lo que supone unos 54 millones de personas. La operativa consiste en tomar muestras de una fuente de aguas residuales y analizar, a partir de ellas, los niveles de drogas ilícitas y sus metabolitos excretados en la orina. Con estos datos, los científicos pueden calcular la cantidad de sustancias consumidas en una comunidad.

Las conclusiones del estudio indican que hay muchas diferencias por regiones. La cocaína es la droga más consumida en los países del sur del continente, entre ellos España, pero en los países más al noreste es la metanfetamina la que ha ido ganando más terreno. Esto preocupa especialmente a los expertos, pues es la segunda droga más dañina, después el crack.

España está en los primeros puestos si hablamos de cannabis, ketamina, éxtasis o cocaína. El consumo de cocaína en Europa no para de crecer desde 2016, especialmente en el oeste y sur de Europa y, en particular, en Bélgica, Países Bajos, Portugal y España. La presencia de esta sustancia en los residuos es mayor los fines de semana -lo que refleja un consumo 'recreativo'- y en las ciudades más grandes. Es, junto a la metanfetamina, la droga cuyo consumo más se ha extendido en Europa en los dos últimos años. Esta última especialmente. De República Checa y Eslovaquia, feudos tradicionales, ha ido ganando terreno hacia el noreste y ahora es la que más crece en una decena de países.

La mayor diferencia en su evolución la encontramos en el consumo de anfetaminas: crece en el norte de Europa, -en países como Suecia, Bélgica, Alemania, Países Bajos o Finlandia- y va a menos en el Sur. Pero en este caso, el estudio muestra un consumo más regular y por tanto, de mayor riesgo.

Y lo contrario ocurre con el éxtasis, el MDMA. En alza en el centro y sur del continente -aquí también está España entre los principales consumidores- y a menos en el norte. Consumo asociado a los findes de semana, pero cada vez más, a bares y fiestas en casa, al margen de discotecas.

Si nos fijamos en el consumo generalizado, el cannabis sigue en el 'top' en Europa, con casi 23 millones de consumidores en 2022. Las mayores concentraciones de esta sustancia se encontraron en la República Checa, Países Bajos, Portugal y de nuevo, España. Es la primera vez que el Observatorio Europeo de Drogas analiza cargas de ketamina, y también nuestro país está entre los mayores consumidores, junto a Dinamarca, Italia o Portugal. De hecho, las cifras más altas se han registrado en Barcelona.