Cuando Rusia invadió Ucrania, las principales empresas de moda occidental anunciaron su marcha y el cierre de sus tiendas. Sin embargo, sigue siendo posible que compren estos productos en las tiendas.

La razón son los mercados grises: las importaciones paralelas que permiten la entrada de productos desde fuera de Rusia cuyos propietarios han decidido no vender a clientes rusos. Es una suerte de contrabando. Las empresas venden sus productos por canales oficiales, a tiendas o mayoristas. Por eso, Rusia busca a estos mayoristas a quienes sí les puede comprar el producto. Así que van a otros a los que se lo ha vendido y se lo compran sin autorización. Y con el permiso de su gobierno.

Rusia publica un listado oficial que se puede consultar de todo aquello que ya no llega por el cauce oficial y que Moscú permite que llegue por el extraoficial. Eso incluye componente para coches de lujo, pero también cremas y perfumes. En total se mueven 16.000 millones de euros. El 4% de todo lo que Rusia compró el año pasado, este año Rusia lo va a comprar de manera paralela.

¿Eso quiere decir que hay productos que hayan entrado oficialmente de marcas occidentales? Sí, pero no de esta temporada. Con la invasión, las compañías occidentales o cerraron sus tiendas propias o dejaron de servir a sus franquiciados. Así que si en Rusia alguien compra algo hoy de marcas españolas como Zara, Mango, Tous, Lladró, Cortefiel... Será de la temporada primavera-verano de este año.