El FBI ha emitido una orden de busca y captura contra un español, Alejandro Cao de Benós. Se le acusa de ayudar a la dictadura de Corea del Norte a eludir sanciones y para localizarlo ofrecen datos como su altura o sus ojos, "color café".

Cao de Benós es un ciudadano español que fundó la Asociación de Amistad con Corea y que lleva dos décadas identificándose como delegado del Ministerio de Relaciones Culturales con el Extranjero del Gobierno de Corea del Norte.

Según tituló él mismo su autobiografía, es un catalán con "sangre azul y alma roja". Nació en Tarragona en una familia burguesa. Es descendiente directo de los barones de Les, de ahí su 'sangre azul'. Su 'alma roja' viene de su pasión por el comunismo y su obsesión por Corea del Norte. Desde su adolescencia mostró gran admiración por el comunismo, llegó a ser secretario de las Juventudes Comunistas y a los 16 años se acercó a una misión diplomática norcoreana en Madrid.

Quedó fascinado y emprendió su carrera de apoyo y promoción de la Republica Popular Democrática de Corea. Allí dice ser famoso por sus discursos políticos y le llaman el Julio Iglesias de Corea del Norte. Su aproximación al régimen norcoreano empezó en el año 2000. Diseñó la primera página web oficial del país y gracias a ello logró una condecoración. Siguió manteniendo relaciones con el gobierno de Kim Jong Un hasta que le nombraron delegado cultural de Corea del Norte en España. Consiguió así hacerse con el pasaporte de una de las dictaduras más herméticas del mundo.

Él siempre ha defendido su peso dentro de la jerarquía del Gobierno de Kim Jong Un, pero algunos investigadores afirman que apenas tiene relación con funcionarios de segunda línea. Lo que está claro es que ha conseguido campar a sus anchas por Corea del Norte y ha servido como enlace para muchos periodistas.

Cao de Benós ha vivido a caballo entre Tarragona, Pekín y Pyongyang hasta que en 2016 fue detenido por la Guardia Civil por presunta relación con un caso de tráfico de armas. Le retiraron el pasaporte y en los últimos seis años ha estado retenido en España.

Aquí ha pasado de plató en plató como tertuliano y defensor de Corea del Norte, aunque en los últimos tiempos utiliza Twitch para seguir promoviendo el régimen de Kim Jong Un y arremeter contra occidente. Ahora no solo tiene problemas con la justicia española sino que Estados Unidos quiere encontrarlo por zafarse de las sanciones a Corea del Norte.