El juego de la estrategia legal

Aplazar, negar y ganar tiempo: así intenta Ábalos torear la justicia y retrasar su entrada en prisión

Los detalles Entre cambios de abogado y negaciones constantes, el exministro busca retrasar el proceso, aferrarse a su escaño y ganar tiempo, confiando en que la justicia tarde en decidir si tendrá que cumplir prisión preventiva.

Aplazar, negar y ganar tiempo: así intenta Ábalos torear la justicia y retrasar su entrada en prisión

José Luis Ábalos se aferra a lo que cree que puede protegerlo: su acta de diputado. Según 'Artículo 14', está convencido de que mientras siga en activo, la ley española le impide entrar en prisión preventiva sin una sentencia firme. Ese es su as bajo la manga y toda su estrategia gira en torno a él: aferrarse al escaño, aplazar todo lo posible y negar cualquier implicación. Pero, como todo en la justicia, no hay garantías.

El juez encargado del caso ya ha anunciado que mañana decidirá si Ábalos ingresa en prisión preventiva. Su declaración se mantiene según lo previsto, pese a los intentos de retrasarla cambiando de abogado a última hora. El magistrado fue tajante: cambiar de abogado ahora, cuando la declaración es inminente, sería "fraude de ley". Un golpe directo a la maniobra que pretendía ganar tiempo.

No es la primera vez que se producen este tipo de movimientos. En junio, Koldo recurrió a la misma estrategia: cambió de abogada para intentar aplazar su declaración y conocer antes lo que había dicho Cerdán. El juez no le concedió el aplazamiento, aunque Koldo insistió hasta el último minuto, alegando que no tenía toda la causa. Al final, no pudo controlar los tiempos y tuvo que declarar según lo previsto, sin ventaja alguna.

El 23 de junio coincidieron ambos en los juzgados. Ábalos negó todos los cargos y Koldo optó por el silencio. Pero esa estrategia no fue improvisada: surgió de una reunión previa, según reveló laSexta. En aquel encuentro, Ábalos todavía se planteaba colaborar con la investigación. Sin embargo, la acumulación de pruebas y la claridad de los audios hicieron que cambiara de rumbo. Decidió poner en cuestión toda la investigación, desde los cargos hasta la autenticidad de las grabaciones, y mantener una línea de defensa basada en negar todo.

La estrategia es clara: aguantar y negar, jugar con los tiempos y la legislación para protegerse. Aferrarse al escaño es solo una parte de esa jugada, que también incluye maniobras procesales para aplazar declaraciones y controlar la narrativa frente a la justicia. Todo apunta a que Ábalos seguirá usando estas herramientas hasta el último momento, aunque el juez ha dejado claro que no va a permitir maniobras para ganar tiempo.

Este miércoles se pondrá a prueba su estrategia. Si funciona, podría retrasar el proceso y ganar tiempo, confiando en la protección que le otorga su escaño. Si no, podría enfrentarse a la prisión preventiva antes de que haya sentencia firme. En cualquier caso, lo que está en juego es más que un asiento en el Congreso: es el pulso de un exministro con la justicia, intentando torear el proceso desde la comodidad de su posición parlamentaria.

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