4 preguntas, 0 respuestas

Ana Redondo se blinda frente a la polémica de las pulseras antimaltrato: señala a todos, esquiva responsabilidades y evita dar cifras concretas

El contexto La ministra critica en Al Rojo Vivo a todos los demás —Fiscalía, CGPJ, oposición y expresidenta del Observatorio— mientras esquiva cualquier responsabilidad, no ofrece cifras exactas y deja a las víctimas sin información ni protección.

Ana Redondo se blinda frente a la polémica de las pulseras antimaltrato: señala a todos, esquiva responsabilidades y evita dar cifras concretas

Cuatro preguntas. Cero respuestas concretas. Así se puede resumir la intervención de Ana Redondo en Al Rojo Vivo, donde la ministra de Igualdad salió al paso de la polémica sobre las pulseras antimaltrato… y convirtió la entrevista en un auténtico blindaje personal. Fiscalía, oposición, CGPJ, expresidenta del Observatorio de la Mujer… todos recibieron su dardo. Y sobre asumir responsabilidades propias, ni una palabra.

Contra la Fiscalía, Ana Redondo fue clara: "Han hecho valoraciones sin datos". Criticó que hablen de "numerosos casos" sin ofrecer cifras precisas, y confirmó que su equipo ha solicitado esa información, aunque reconoció que "no podemos saber el dato porque es muy completo". En otras palabras: la Fiscalía da motivos para la polémica, pero no hay forma de cuantificar el alcance real del problema.

El PP tampoco se salvó. Para la ministra, las críticas sobre el origen o el precio de las pulseras son "una amalgama de bulos" que sólo confunden a la opinión pública. Y la expresidenta del Observatorio de la Mujer y el CGPJ, según la ministra, habrían mentido al afirmar que la avisaron de los problemas antes de que ocurrieran.

Desde el poder judicial, sin embargo, aseguran que sí trasladaron quejas a la Delegación del Gobierno contra la Violencia de Género, dejando en evidencia un choque de versiones sobre lo sucedido.

Lo más llamativo fue la ausencia total de autocritica. Ni errores del ministerio ni de las empresas, ni una palabra sobre los fallos que hayan podido afectar a las víctimas. Ana Redondo defendió su gestión con insistencia: "Hemos estado encima en todo momento, hemos priorizado esta cuestión y hemos acompañado a las empresas". En otras palabras, acompañar a las empresas equivale a gestión perfecta, aunque los problemas persistan y afecten a personas reales.

Sobre los fallos técnicos, la ministra recurrió a su explicación habitual: todo estaba bajo control y cualquier incidencia se conoció en el "diálogo permanente" con las empresas. Alertas formales, según la ministra, no hubo. Y cifras exactas de casos afectados… tampoco, porque el sistema es "muy complejo". Eso sí, se apresuró a presumir de que las pulseras han salvado vidas, aunque sin dar datos concretos que lo respalden.

Ana Redondo dispara contra todos, se blinda ante cualquier crítica y esquiva cualquier responsabilidad. Transparencia, cero. Rendición de cuentas, cero. Y las víctimas… siguen quedando fuera del foco. Mientras tanto, la polémica sigue abierta, y las explicaciones concretas que todos esperaban brillan por su ausencia.