En Dinamarca van a prohibir a los presos condenados a cadena perpetua que inicien nuevos romances. El Gobierno danés no quiere que asesinos brutales o violadores atroces tengan relaciones sentimentales con nadie. Quiere que la prisión los aísle totalmente de cualquier trato con la sociedad.

Pero, ¿qué es esto de prohibir a los presos que inicien nuevos romances, o sea, que se enamoren? La postura que defiende Dinamarca es que si eres tan peligroso como para encerrarte en una cárcel para siempre, eres tan peligroso como evitar que enamores a alguien. Porque bien no le vas a hacer y puedes ocasionarle bastante mal.

Si puedes matar, puedes manipular. Ya no solo privan de libertad al preso. Ya también es aislarlo de nuevos entornos, de nuevas relaciones, realmente aislarlo de todo.

Qué es la hibristofilia, la fascinación por el malvado

Lo que están tratando de evitar son casos de hibristofilia: la fascinanción por el malvado. El encandilarse por un criminal. El enamorsare de alguien que ha cometido un acto brutal, atroz.

No hay una causa única de porqué alguien siente esa atracción. Puede haber el que identifican una virilidad que les atrae en un comportamiento criminal.

Hay autores que consideran que a las personas le atrae la idea de poder redimir, salvar, reconducir al delincuente. Otras se acercan apenadas, compasivas, lamentando su situación. Y otras meramente quieren fama.

Camilla Kurstein, el caso que lo cambió todo

Los casos no son extraños en Dinamarca. Le pasó a Camilla Kurstein. Con 15 años comenzó a escribir a Peter Madsen. Madsen mató y descuartizó a una periodista en un submarino. La periodista fue a entrevistarlo porque era inventor, un personaje curioso que vivía y trabajaba en submarinos, él quiso sexo con ella, ella se negó, él la mató y descuartizó.

Además de las evidencias de ese asesinato, se encontraron evidencias de torturar a más mujeres. Fue condenado y ella, Kurstein, se fijó en él. Se enamoró, hasta que se desilusionó: él estaba tonteando también con otra mujer con la que se casó y que parece estar más con él por la fama que por otra cosa. Ha sido la confesión de Camilla de su relación la que ha acelerado esta medida.

Se han dado más de una treintena de casos

Pero por un solo caso no se cambia una ley. En la principal prisión donde están recluidos algunos de los criminales más peligrosos se han dado hasta 32 casos de hibristofilia. Entre ellos, el de Peter Lundin.

Danés que asesinó a su madre en EEUU, fue condenado por ello. Salió de la cárcel. Se volvió a Dinamarca y allí mató a su novia y a los dos hijos de esta. Se le condenó.

Marian Poulsen quiso conocerlo. Y se casó con él. Pero a los 11 días quiso el divorcio. Unos años después otra mujer, Bettina, contactó con él. Se enamoró, se casó, hay imágenes de la boda donde él le canta. Y tuvieron un hijo. Pero se divorció. No lo aguantaba ni estando en prisión.

Sólo podrán comunicarse con personas que ya conocieran cuando fueron condenados

¿Y cómo van a hacer los daneses para evitar que haya más mujeres que se enamoren de sus presos más peligrosos? Solo podrán recibir cartas, visitas o llamadas de personas que conocieran ya cuando fueron condenados.

Nada de cartas, visitas o llamadas de personas que no puedan acreditar una relación previa a su condena. Nada, al menos durante los diez primeros años de la condena.

Otro factor: nada de entrevistas, nada de documentales, nada de redes sociales donde hablen de sus crímenes y se mitifiquen. De hecho, una de las novias de Lundin se enamoró de él por un documental emitido en la televisión danesa. Todo esto, para algunas, podría ser un tanto ilegal al restringir hasta ese límite su vida.