La vida no ha dejado de encarecerse en España en los últimos años: desde los recursos básicos, como el gas y la electricidad, hasta los transportes, los combustibles e incluso los alimentos. También ha subido el precio de la vivienda. Y es que los alquileres ya cuestan un 4.7% más que hace un año de media en toda España.

El alquiler se está comiendo el salario de las familias: en 13 capitales de provincia ya representa más del 30% de los ingresos, mientras que el año pasado a estas alturas esto solo pasaba en seis capitales de provincia.

El mercado se había quedado congelado a raíz de la pandemia, pero la vuelta de la actividad, la falta de oferta y el exceso de demanda ha provocado que los precios se disparen.

Las capitales de provincia que arrastran una peor situación son Madrid, Barcelona, Bilbao y San Sebastián. En estas ciudades el alquiler representa más del 35% del salario de sus habitantes.

Más concretamente, en Barcelona sus ciudadanos destinan de media casi la mitad de su salario al alquiler de su casa. En Bilbao, un 38%; Madrid completa el podio con el 37%; y la última de la zona roja es San Sebastián, con más del 35%.

Entre las capitales de provincia que destinan entre un 30 y un 35% de su salario al alquiler se encuentran Vitoria, Las Palmas, Segovia, Lleida, Huelva, Cádiz, Sevilla, Valencia y Zaragoza.

En el resto de España hay que gastar menos de ese umbral del 30%, un tope clave porque los expertos sostienen que no debe sobrepasarse. Las única capitales de provincia donde el alquiler es ahora menos caro que el año pasado son Ourense, Guadalajara y Valladolid.