No hay duda de que las vacunas están siendo clave para el futuro esperanzador de la humanidad frente al COVID-19. Los datos demuestran su eficacia, pero también es importante conocer sus efectos secundarios ,y uno del que apenas se ha hablado es las alteraciones en el ciclo menstrual. ¿Está pasando realmente? La periodista Ariadna García Chas analiza esta cuestión en laSexta Clave.

Según los datos preliminares del último estudio publicado en España, la mitad de las mujeres sufrieron algún trastorno menstrual o algún cambio en el ciclo después de vacunarse o de pasar la enfermedad. Es verdad que agencias internacionales como la EMA en Europa, el CDC en Estados Unidos o la AEMPS en España dicen que no hay evidencia suficiente. Sin embargo, probablemente se haya llegado a esa postura porque no se ha investigado lo suficiente.

Algo está pasando en cualquier caso, porque miles de mujeres en todo el mundo han denunciado alteraciones en su menstruación, y muchos países se han puesto a investigar esta cuestión de manera independiente. Hay estudios de todos los tipos, pero en general todos están encontrando, en mayor o menor medida, relación entre la vacuna y los trastornos menstruales. Pero ¿qué están denunciando estas mujeres exactamente?

Fundamentalmente, retrasos o adelantos de hasta diez días, sangrado excesivo, cambios en el flujo, un dolor más intenso tanto antes como durante el periodo e incluso amenorrea. La duración es de uno o dos ciclos, aunque otros estudios hablan de 3 meses. En cualquier caso, todos coinciden en que no parece que haya efectos a largo plazo. Esto es algo que sí se ha estudiado en los ensayos clínicos: las vacunas no tienen efecto negativo sobre el aparato reproductivo.

Aun así, es muy importante que todos estos efectos se denuncien y se incluyan en las fichas técnicas de las vacunas. Para que las mujeres sepan lo que puede ocurrir y, si ocurre, que no genere una angustia innecesaria. En este punto, nace una nueva duda: ¿no se había estudiado antes estos efectos en los ensayos clínicos? La respuesta es que no, dado que esos ensayos se hicieron mucho más rápido de lo normal, en medio de una emergencia sanitaria, y para evitar riesgos innecesarios se excluyó a las mujeres embarazadas y a las que pudieran quedarse embarazadas.

Es decir, que las mujeres que participaron en los ensayos clínicos no podían quedarse embarazadas de forma natural o tenían que tomar anticonceptivos. Por lo tanto, su ciclo menstrual estaba 'artificialmente' regulado y tampoco habrían notado grandes cambios. Pero ¿qué vincula la vacuna con el ciclo menstrual? ¿Hay datos que lleven a una relación de causa-efecto, como parece estar dándose en este caso?

Los científicos no están seguros, pero creen que puede haber una relación entre el sistema inmunitario y el sistema reproductivo. La vacuna estimula el sistema inmunitario y eso podría cambiar los ciclos de una persona. De hecho, está relación se ha encontrado en otras vacunas; hace más de un siglo, con la de la fiebre tifoidea, la de la hepatitis, el virus del papiloma humano. Es decir, que la relación vacuna y ciclo menstrual no tiene que ver únicamente con el COVID-19.