Hace casi 50 años, en Moncloa, tuvo lugar un hito histórico: la primera reunión entre el presidente del Gobierno, Adolfo Suárez, y el líder de la oposición, Felipe González, tras las primeras elecciones de la democracia. Ambos, conocidos por su afición al tabaco, compartieron más que nicotina en un encuentro que marcó el inicio de una nueva etapa política.

Eran las 20:00 horas cuando Suárez y González se sentaron a discutir los desafíos de una España recién salida de las urnas. Grandes fumadores, encontraron complicidad en el humo y abordaron temas cruciales como la crisis económica, la reestructuración gubernamental, la apertura del proceso constituyente y el futuro de las autonomías. Aunque no sellaron pactos ni acuerdos para formar gobierno, dejaron claro su compromiso de reunirse nuevamente en privado.

Sin embargo, la jornada no se limitó a este encuentro. Al salir de Moncloa, Felipe González compartió sus impresiones con la prensa mientras el presidente catalán en el exilio, Josep Tarradellas, ingresaba al complejo. En una reunión tensa y llena de discrepancias, ambos líderes se llamaron "peleón" y "cabezota". Aunque la prensa informó sobre el desacuerdo, Tarradellas, hábil en las relaciones públicas, disimuló ante los medios, marcando así el inicio de la operación retorno a Cataluña.

La prensa de la época destacó el encuentro Suárez-González como el punto de partida para posibles acuerdos, mientras que la entrevista con Tarradellas sorprendió como la noticia del día. Esa misma jornada, Adolfo Suárez, recién elegido en las urnas, se convirtió en el protagonista de la prestigiosa revista TIME, consolidando su posición como figura destacada en la escena política internacional.