La crisis del chocolate se profundiza a medida que el desequilibrio entre la oferta y la demanda alcanza niveles críticos. En un mundo donde la pasión por el chocolate no conoce límites, el consumo masivo ha sobrepasado nuestra capacidad de producción de cacao, provocando un incremento sin precedentes en los precios.

Este febrero, el costo de la tonelada de cacao ha batido todos los récords, alcanzando la astronómica suma de 6.000 dólares por tonelada, una cifra que deja atrás su anterior pico de 1977, cuando a punto estuvo de superar los 5.000 dólares. Este fenómeno no es solo un dato más para economistas; es una señal de alarma para todos los amantes del chocolate, que podrían enfrentarse a un futuro donde este manjar sea un lujo fuera de alcance.

La raíz del problema es doble: por un lado, el déficit de cacao, con una falta alarmante de 216.000 toneladas en 2022 y 99.000 toneladas en 2023, y por otro, el incremento en los costes de producción, que también han alcanzado máximos históricos. Factores como el cambio climático y las plagas no solo amenazan la disponibilidad del cacao, sino que también elevan los costes para los productores.