Los terremotos en Turquía y Siria han abierto una serie de interrogantes a la hora de conocer qué pasa cuando una catástrofe de este calado ocurre. Una de las dudas reside en cuánto tiempo puede aguantar una persona bajo los escombros hasta que llega a ser rescatada.

Como punto de partida, se sabe que, por lo general, un hombre sobrevive más tiempo que una mujer al tener más masa corporal. También se conoce que los niños tienen más posibilidades de sobrevivir en las primeras horas porque el tamaño juega a su favor. Sin embargo, tras los primeros días, sus posibilidades de sobrevivir disminuyen, ya que su organismo aún no tiene tantas reservas como las de un adulto.

Hay tres factores que son claves para sobrevivir entre los escombros, empezando por el oxígeno. Es imprescindible quedar atrapado en zona en la que exista una bolsa de aire; sin oxígeno, la supervivencia no es viable.

El agua es la segunda clave. Una persona podría aguantar hasta 12 días sin comer, pero el límite sin beber agua está marcado entre tres y cinco días como mucho. Una circustancia que puede salvar una vida es estar cerca de una tubería que gotee, por ejemplo.

Tercera clave: no sufrir lesiones incompatibles con la vida. Estar inmovilizado reduce las posibilidades de sobrevivir por el síndrome del aplastado. En esas circunstancias, la sangre deja de circular a las extremidades. Cuando se retira el peso, las toxinas invaden el cuerpo y le deja sin reacción.