La inflación no solo ha provocado un aumento considerable de nuestro gasto en cuestiones esenciales como la cesta de la compra. También estamos intentando ahorrar en otros aspectos que, si bien no son de primera necesidad, sí suponen una transformación de nuestros hábitos y costumbres sociales. Ejemplo de ello es lo que se ha encarecido el ocio en los últimos meses, como ha explicado en La Roca Enrique García, portavoz de la OCU. Lo que lleva a una consecuencia directa: "La gente sale menos".

"Aproximadamente uno de cada tres consumidores, el 33%, dice ya que ha reducido su salida a bares y restaurantes", ha advertido García, que ha añadido: "Provoca una contracción en el consumo muy importante y que se va a mantener en los próximos meses". Y junto a este análisis, cifras: porque la restauración y los bares se han encrecido un 4,9%; las bebidas, un 11%; los hoteles, un 6,3%. En definitiva, un crecimiento desbordante de todos estos servicios que, de una forma u otra, usamos de forma diaria.