Ángeles Caballero definió en La Roca la exhumación de Primo de Rivera del Valle de Cuelgamuros como "un gran ejemplo de dignidad", tras lo que lanzó un mensaje "a las personas que iban a Cuelgamuros y mostraban su absoluta indignación": "Los católicos podemos ir a un montón de templos cada día a misa; si ahí no pueden ir, que no se molesten; yo les invito que vengan a mi parroquia, donde hay gente amabilísima y sacerdotes bastante más centrados que la comunidad benedictina".
Por su parte, Ramón Espinar destacó que "todo lo que está sucediendo, sucede en estricto cumplimiento de la ley". "No puede ser que en una sociedad democrática haya apología ni enaltecimiento de la ideología franquista, ni de los líderes del franquismo", defendió, tras lo que declaró: "Verdad, justicia y reparación para las víctimas del franquismo y para sus familias".