El Día Internacional de los Trabajadores tiene su origen en la fecha en la que comenzaron las reivindicaciones para que las jornadas laborales no fuesen de 18 horas. Se iniciaron en Estados Unidos, donde los sindicatos pusieron un ultimátum en 1886 para pedir que antes del día uno de mayo se aprobase la jornada laboral de 8 horas. Como esto no sucedió, los trabajadores fueron a la huelga general.

Esta manifestación acabó en una auténtica batalla campal en la ciudad de Chicago. Allí, la movilización multitudinaria duró cuatro días, y la policía acabó cargando contra los obreros después de que se detonase una bomba que mató a un policía. Los agentes cargaron contra los trabajadores y la manifestación acabó con una gran represión: con miles de detenidos, trabajadores maltratados e incluso algunos manifestantes fueron condenados a muerte.

Tres años después, la Internacional Socialista decidió recordar a los mártires de Chicago el Primero de mayo, para seguir reclamando los derechos de los trabajadores. Lo curioso es que aunque es una fiesta que ha tenido mucho tradición, se celebra en todo el mundo menos en Estados Unidos, donde celebran el día del trabajo el 1 de septiembre.