David Botello expone en La Roca una 'historia mágica'. El colaborador explica cómo ha dejado huella la magia en nuestra historia a través de dos icónicos edificios que, separados por siglos, están unidos por la magia: El Monasterio de El Escorial y el Valle de los Caídos.

Durante el mandato de Felipe II, se creía que el Monasterio era "la puerta del infierno". Francisco Franco se creía esta teoría, pensaba que Felipe II había dejado salir a los infiernos y a partir de ese momento el imperio español había empezado a decaer, por este motivo Franco neutralizó las malas energías con una enorme cruz, la del Valle de los Caídos.

Además, en la cripta hay una cruz de enebro cortada por el caudillo, el árbol tradicional para acabar con los conjuros de las fuerzas malignas. Y, como no podía ser de otra manera, también buscó un lugar estratégico y situado justo en la antítesis del Monasterio.