La jubilación es una etapa que no se afronta de la misma manera por todos, pues, según los expertos, no afecta igual a las mujeres y a los hombres. El filósofo José Carlos Ruiz señala que es "el gran problema del siglo XXI, cómo se ha estructurado el tiempo libre antes de la jubilación".

Este asegura que "la pedagogía del placer que has ido educando fuera de tu tiempo laboral y de tus deberes, ha desaparecido" y explica que el tiempo libre se estructura como "un tiempo productivo de ocio", es decir, se pretende sacar rendimiento al tiempo libre.

Nuria Roca plantea que quizás el error esté en "asociar la jubilación a la poca productividad", pero el filósofo replica que "no tiene que ser productiva", sino "gozosa". También lo ha de ser el tiempo libre, aunque expone que si se quiere que sea productivo, se le empieza a exigir y "la exigencia le quita deleite", dice.

Juan del Val mantiene que estar más o menos entretenido durante la jubilación tiene que ver con el dinero: "Si estás tieso, la jubilación va a ser más aburrida". Ante esto, Ruiz afirma que el dinero es un condicionante pero "condiciona mucho cómo hayas educado el placer a lo largo de tu vida", la capacidad de haberse decantado por buscar el deleite y no la productividad.

"La vejez empieza cuando uno pierde la capacidad tanto de seducir como de ser seducido por algo o alguien", comenta, y declara que, cuando llega la jubilación, si se tiene apetito de seducción, se puede encontrar "una panoplia de cosas que te seduzcan gigantesca".