Antes de que caiga la noche en la tercera jornada en La Isla, Silvia, AnaPi y Rocío salen a por ostras cabreadas porque se han ido las exploradoras y no van a volver.

Mientras las dos primeras se comen de nuevo las ostras a escondidas, Rocío comparte lo que ha conseguido con el resto del grupo tras un pequeño accidente en el agua. "Ellas se las están zampando", cuenta.

Las diferencias son palpables y mientras la camarera y la ilustradora siguen entre las rocas, las aventureras hablan de intentar volver a hacer piña. "Es que hay veces que incluso te sientas con ellas y parece que no les gusta el rollo", dice la operadora de cámara.

Finalmente, AnaPi y Silvia llegan al campamento con ostras para sus compañeras y confiesan su malestar con las exploradoras. "No me gustan cómo están haciendo las cosas las que se han ido", comenta la camarera cabreada porque van a tener que llevar todo el material solas hasta la playa.

Además, vuelve a su papel de víctima recordando que el día anterior no comió nada mientras el resto comía ostras. Una mentira que fue pillada por las cámaras de La Isla. "Me revienta que se escondan para comerse una mierda así. Pero que si quieren jugar a este juego... oye, bienvenidas a los juegos del hambre, empiezan ya", amenaza.

Otro momento relacionado

Por la mañana, las aventureras van a buscar ostras y se las comen a escondidas, ajenas a que una cámara estaba inmortalizando el momento. Sin embargo, ellas fingen no haber comido nada y así se lo intentan hacer creer a sus compañeras. "¡Tengo una inquina ahora mismo que les rompía la cabeza a todas!", dice Silvia llorando de rabia para hacer creer que el grupo la ha dejado sin comer.

AnaPi dejó el día anterior claro a sus compañeras cuál es su carácter. La ilustradora intentaba planificar lo que se haría al día siguiente y cuando se entera de que se están repartiendo lapas para cenar y ella no las ha probado, se cabrea y abandona al grupo para irse a dormir. "Estoy de mala hostia y ahora mismo, me caéis todas mal", dice.