Adela es madre de familia numerosa y presidenta de la asociación 'Soy de la Tierra'. Para ella la conexión con la tierra lo es todo: vive en el campo y es dueña de un negocio rural que funciona de manera sostenible.

Además de ingeniera, Adela imparte talleres de respiración, que ayudan a las personas a entrar en estados alterados de conciencia.

Se considera racional y positiva frente a las tensiones, pero le molestan mucho las personas 'quejicas' y le preocupa cómo puede cambiar su forma de ser al pasar hambre. Llega a La Isla para vivir en primera persona la supervivencia ¿se arrepentirá?