Los deportes de motor siempre están envueltos en un gran riesgo. Ni siquiera una exhibición de coches clásicos como el Festival de la Velocidad de Goodwood, en Inglaterra, está exento de peligro, y ayer se pudo comprobar.

Todo transcurría con normalidad en la pista hasta que un Jaguar MK1 del año 1959 empezó a rodar. A la salida de una curva, el coche derrapó de forma extraña y, de repente, perdió la rueda trasera izquierda, que salió volando hacia la grada a toda velocidad.

A pesar de que los espectadores intentaron esquivar el golpe, la rueda impactó contra la tribuna, dando lugar a unos minutos de tensión e incertidumbre.

La organización de la prueba paró la actividad en pista para que los servicios médicos pudiesen atender a los heridos. Sin embargo, tan solo uno de ellos necesitó atención hospitalaria.

"Podemos confirmar que no ha habido heridos de consideración y que los espectadores que se han visto involucrados han podido volver a disfrutar del espectáculo", confirmó la organización del evento al concluir la jornada.