El periodista Jordi Évole se sienta a comer con Alberto Chicote antes de empezar su ruta por el Delta del Ebro. Juntos hablan de las críticas que realizan a sus programas: "Algo no estaríamos haciendo bien si le gustáramos a todo el mundo", explica. Y es que, Évole desvela que eso es una de las cosas que más le motivan en su trabajo: "A mí me pone que al día siguiente se hable bien, mal, o regular de mi programa".

Además, Évole confiesa que conseguir a los invitados que él ha llevado a Salvados cuando lo presentaba, y a Lo de Évole, el programa que tiene actualmente, se consigue "insistiendo" y con un "muy buen equipo detrás". Todo ello no quita que siga poniéndose nervioso antes de empezar cualquiera de sus entrevistas: "Intento tenerlo todo controlado y disfrutarla", cuenta.