La desaparición de Esther, la mujer de 35 años vista por última vez el 12 de enero en Traspinedo, Valladolid, se considera ya de alto riesgo: han pasado nueve días sin noticias de la joven en los que no se ha puesto en contacto con su familia, algo que nunca había hecho, según sostienen sus padres. Además, su teléfono móvil no da señal desde entonces.

La Guardia Civil cree que Esther no ha desaparecido de forma voluntaria y, de momento, la primera batida de vecinos en la zona donde se le perdió la pista no ha dado resultado. Fue vista por última vez en una urbanización cercana al pueblo, sobre las 02:00 de la madrugada del jueves 13.

Una noche que comenzaba en un pub de la localidad vallisoletana, adonde acudió con unos amigos a ver un partido de fútbol. De allí fueron a otro bar y después a la casa de uno de ellos. Sobre las 00:30 ya solo le acompañaban dos amigos: a uno le dejaron en un restaurante y con el último llega hasta la urbanización El Romeral.

Entrevistado en Más Vale Tarde, su padre explica que conoce a esos dos amigos que la vieron por última vez "de toda la vida" y sostiene que aquel día su hija salió de casa "muy contenta".

"Salió a ver un partido de fútbol y no hemos vuelto a saber nada de ella", lamenta Miguel, que añade: "Es como si se la hubiera tragado la tierra". "Siempre hemos estado en contacto", insiste el padre de la joven, que recalca que su hija nunca se ha marchado "así porque sí". "Ya no sé ni qué pensar", añade.