Las hermanas Gutiérrez vendieron su piso de Madrid para enviar dinero a la supuesta pareja de Amelia, un militar americano destinado en Afganistán quien, en realidad, era un estafador del amor. Es tras un supuesto accidente del militar cuando Ángeles, la hermana pequeña, empieza a hablar con el prometido de Amelia y se enamora de él. Desde ese momento, las dos hermanas comienzan a pedir cada vez más dinero a amigos y conocidos para enviárselo a sus parejas.

Las víctimas del triple crimen de Morata envían el dinero por Correos, algo que "les empieza a ser complicado, ya que la cantidad de dinero que envían es elevada, y en Correos una persona solo puede mandar 3.000 euros al día", tal y como explica a Equipo de Investigación David López Frías, periodista de 'El Periódico de España'.

La solución por la que optan las hermanas es "utilizar a sus amigas y a sus vecinas como mulas". Así, envían dinero desde oficinas de Madrid, desde Morata de Tajuña, desde Arganda, desde Chinchón, y "convencen a sus amigas a la salida de misa", señala López Frías.