Equipo de Investigación entrevista a Carlos, un camarero que denunció a su antiguo jefe ante la Inspección de Trabajo: según relata, aunque oficialmente estaba contratado por 10 horas semanales, en realidad trabajaba 40. "A final de mes, el jefe nos mandaba a una especie de sótano que tenía dentro del bar, y ahí nos daba en mano, en un sobre, lo que era la cantidad total del sueldo", cuenta.

Debido a estas irregularidades -además estaba contratado como ayudante de cocina cuando era camarero- de los ocho o nueve meses que trabajó, apenas cotizó unos días y no podía pedir el paro. Puedes escuchar su caso en el vídeo.